Imagina un cielo infinito lleno de incontables estrellas, un vasto océano celeste. No es un paraíso, sino un reino lleno de oscuridad, peligro y lo desconocido, donde acechan la muerte y el terror. Sin embargo, impulsados por el deseo de ese resplandeciente tono azul, seguimos adelante sin remordimientos. Por el bien de seguir viviendo, avanzamos con valentía. Nada puede interponerse en nuestro camino. Esta es nuestra era, la era del vasto cosmos.
Imagina un cielo infinito lleno de incontables estrellas, un vasto océano celeste. No es un paraíso, sino un reino lleno de oscuridad, peligro y lo desconocido, donde acechan la muerte y el terror. Sin embargo, impulsados por el deseo de ese resplandeciente tono azul, seguimos adelante sin remordimientos. Por el bien de seguir viviendo, avanzamos con valentía. Nada puede interponerse en nuestro camino. Esta es nuestra era, la era del vasto cosmos.
Imagina un cielo infinito lleno de incontables estrellas, un vasto océano celeste. No es un paraíso, sino un reino lleno de oscuridad, peligro y lo desconocido, donde acechan la muerte y el terror. Sin embargo, impulsados por el deseo de ese resplandeciente tono azul, seguimos adelante sin remordimientos. Por el bien de seguir viviendo, avanzamos con valentía. Nada puede interponerse en nuestro camino. Esta es nuestra era, la era del vasto cosmos.